Es crucial elegir una contraseña robusta para proteger tus cuentas online de accesos no autorizados. Contraseñas débiles, como "123456" o "password", son fáciles de adivinar por los hackers y pueden comprometer tu información personal y financiera. Los ciberdelincuentes utilizan programas que prueban millones de combinaciones por minuto, así que una contraseña simple es una invitación al robo de datos y la suplantación de identidad.
Longitud: Al menos 12 caracteres, idealmente 16 o más.
Variedad: Combinar mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.
Originalidad: Evitar palabras del diccionario, nombres propios, fechas o secuencias comunes.
Unicidad: Usar contraseñas diferentes para cada sitio web o servicio online.
Facilidad de recordar: Considera una frase memorable convertida en contraseña o usa un gestor de contraseñas confiable.
El phishing es una técnica que utilizan los cibercriminales para engañarte y obtener información confidencial, como contraseñas o datos bancarios. Se hace a través de correos electrónicos, mensajes o sitios web falsos que parecen legítimos. Para protegerte:
No compartas información personal a través de enlaces sospechosos.
Verifica la URL del sitio web antes de ingresar datos sensibles.
Desconfía de correos electrónicos o mensajes que soliciten información confidencial.
Activa la autenticación de dos factores siempre que sea posible.
La autenticación de dos factores (2FA) agrega una capa adicional de seguridad al requerir dos métodos de verificación para acceder a tu cuenta. Usualmente combina algo que sabes (contraseña) con algo que tienes (código enviado al celular) o algo que eres (huella dactilar). Esto dificulta el acceso de los hackers, incluso si obtienen tu contraseña.
Conexión segura: Utiliza redes Wi-Fi confiables y evita redes públicas sin protección. Considera usar una VPN en redes públicas para cifrar tu conexión.
Software actualizado: Mantén tu sistema operativo, navegador y antivirus actualizados para protegerte de vulnerabilidades conocidas.
Sitios web seguros: Verifica que la URL del sitio web comience con "https" y tenga un candado, lo que indica una conexión segura.
Descargas seguras: Descarga archivos o aplicaciones solo de sitios confiables y escanéalos con tu antivirus.
Privacidad: Configura la privacidad de tus perfiles para controlar quién ve tu información y publicaciones.
Compartición responsable: Piensa antes de publicar y evita compartir información personal sensible o fotos comprometedoras. Recuerda que lo que se publica en internet puede ser difícil de eliminar por completo.
Conexiones seguras: No aceptes solicitudes de amistad de personas desconocidas y evita hacer clic en enlaces sospechosos.
Contactos reales: Confirma la identidad de las personas antes de agregarlas como amigos o compartir información personal.
Limita la información: No compartas información personal innecesaria en formularios online o redes sociales.
Contraseñas seguras: Usa contraseñas robustas y únicas para cada cuenta.
Cuidado con los enlaces: No hagas clic en enlaces sospechosos en correos electrónicos, mensajes o sitios web.
Actualiza el software: Mantén tu sistema operativo, navegador y antivirus actualizados para protegerte de vulnerabilidades.
Respaldo de datos: Realiza copias de seguridad de tu información importante regularmente para evitar pérdidas en caso de un ataque.
Cambia tus contraseñas: Modifica inmediatamente las contraseñas de las cuentas potencialmente afectadas.
Monitorea tu actividad: Revisa tus cuentas bancarias y tarjetas de crédito por si hay transacciones sospechosas.
Reporta el incidente: Informa a las empresas o instituciones relevantes sobre el posible compromiso de tus datos.
Considera un servicio de monitoreo de crédito: Un servicio de monitoreo te alertará sobre cualquier actividad inusual en tu historial crediticio.
Resuelve el siguiente Ejercicio y presenta tu envidencia en la seccion de evidencias del curso.